lunes, 9 de enero de 2012

Reciclaje de crayolas


Teniendo a una nena de 2 años, la casa estaba llena de crayolas, más tardaba yo en comprar una caja nueva que en encontrar pedacitos de ellas debajo de los muebles. Buscando en Internet la manera de aprovecharlas, encontré que poniéndolas al horno en moldecitos, se derretían fácilmente y sólo quedaba dejarlas enfriar para que pudieran usarse nuevamente sin perder ninguna de sus propiedades. 


Así lo hice, utilicé unos viejos moldes de bizcochos en forma de flores (que nunca pude lograr que quedaran bien, por cierto) y separé los colores para que pudieran ser reconocibles para mi chiquita, también se pueden usar capacillos como los que se usan en repostería y los metí al horno a una temperatura media. El procedimiento fue muy rápido, en pocos minutos ya comenzaban a derretirse y en unos pocos más estaban listos para salir del horno, que se enfriaran completamente tardó un poquito más, pero no mucho. ¡Es en realidad muy fácil! Si les preocupan los vapores que llegara a despedir, les cuento que casi ni se notó, apenas desprendieron olor a cera.


La pigmentación de las crayolas siguió siendo muy buena, aunque en la superficie de algunas de ellas quedó una capa blanca de cera sin color, es muy finita y gastando un poco se soluciona el problema. Pues así quedaron.


¡Saludos desde este lado del monitor!

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