lunes, 27 de septiembre de 2010

A media noche

Cuando mi hija duerme y sé que será así toda la noche, son momentos para mí. Ya tarde, decidí sacar mi esmalte rojo, ese que casi nunca uso porque es delicado y se notan mucho las imperfecciones, un disco de estampación y esmalte blanco para complementar. Consentirme un ratito, ver que mis manos se ven femeninas y arregladas me hace sentir mejor. Y para mi sorpresa, el esmalte ha durado ya varios días en buen estado (claro que la rutina incluyó una capa de esmalte transparente, una de rojo, una de secante, el sello, una de transparente y una de secante), aún cuando dos días después preparé y coloqué los adornos para la fiesta de cumpleaños de mi chiquita (ya saben: inflar globos, anudarlos, cortar papel, tijeras, navajas, superficies rugosas...).
El resultado no se ve muy profesional, no tengo mucha práctica en estos menesteres, pero les dejo la fotito para que lo vean y también el esmalte y el disco que usé (ustedes perdonaran que falte el pulgar, pero no quiso salir en la foto :P).
Besitos!!!!

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